"Dama de la alhambra", puntillismo tinta china
La primera vez que le ví un escalofrio recorrió mi cuerpo, era justo las doce de la noche el reloj de carillón daba su campanada número ocho cuando primero escuché el trotar de un caballo, luego salir una sombra en la oscuridad de la noche, vi su silueta dibujarse sobre los árboles del fondo del jardín
Una capa al viento y un sombrero de ala ancha le perfilaban
Me dije: ¿ qué personaje más raro ? y tras ver perder su imagen justo entre los árboles me regresé al salón del hotel
El Parador nacional de la Alhambra es uno de los más difíciles de pernoctar
además de su precio, la dificultad estriba que hay que reservar habitación con más de un año de antelación, su enclave dentro de las murallas de la Alhambra le hace ser único
María Había ido a pasar una semana, para encontrarse conmigo misma, necesitaba tranquilidad para decidir sobre su futuro más próximo
La visión del caballero lae había dejado alterada...
Tome el libro de poesía que tenía comenzado " El Averno -, de Louise Glück ( Premio Nobel literatura 2020 )" y, proseguí su lectura
El siguiente dia fue intenso, visité por fin la Alhambra, lo hice sola, al atarceder, cuando el sol tiñe de rojo sus piedras razón de su nombre: al hambra "la roja"en árabe
Llegada la noche proseguía la lectura de mi libro. Justo cuando comenzaba el campaneo del carillón recordándome las doce de la noche, la imagen del caballero vino a mi mente. Eché a correr para salir al exterior
En el preciso momento que en la octava campanada, la imagen del jinete trotante apareció de nuevo. Me turbé, quede inmóvil, todo mi cuerpo era en pura carne de gallina. Me di cuenta el tremendo silencio que envolvía la aparición, ni grillos, ni croar de rana, sólo los cascos de su caballo
Esa noche apenas dormí la imagen me aparecía reiterativa y no me dejaba conciliar el sueño. A la mañana siguiente, en el desayuno, pregunte al jefe de sala, sobre "el caballero ", poniendo gesto de despreocupación
"Vaya señora, esa es una vieja leyenda dicen que en determinadas circustancias algunas personas le oyen, que otras le ven, siempre mujeres
Cuentan, que una dama enloqueció después de hablar con el personaje
Que si su imagen es cadavérica, descarnada, horrible
Que si es bello como los sueños…
Que si es altivo y despechado..
Señora, éste es un lugar propicio a las leyendas, y sólo son leyendas "
No me quedé tranquila, es más, los datos que otras mujeres pudieran haber visto lo mismo que yo, me dejo aún más confusa
Todo el día estuve tramando como alterar la leyenda. En mi habitación dejé una carta escrita y detallada de lo que iba a hacer esa noche, dejé otra con directrices para mis abogados y notificando mis últimas voluntades ya escritas en testamento hace cinco años
La noche llegaba y mi cuerpo temblaba de miedo; llegaba la hora de la aparición, apenas faltaba minutos, y me eché para atrás de mi locura, me dije: ¿ estás tonta? ¿qué pretendes con todo esto?
Solté una discreta carcajada, el lector cercano a mi butaca me miro extrañado, pensó que lo que leía podia ser gracioso
Comenzaron a sonar las campanas del carillón; algo irrefrenable me catapultó hacia la puerta, hacia el lugar donde había visto las anteriores apariciones
Esta vez me planté en medio de lo que sería su trayectoria
Sonaba la campanada octava y apareció
Sentí un viento frío, casi helado; los oídos me pitaban, mi corazón latía a mas de 120 pulsaciones. mi visión "en tubo" sólo contemplaba el jinete que cabalgando se me acercaba estaba inmóvil realmente ¡ ATERRADA !
El jinete freno delante mío, justo para no ser atropellada
Su caballo comenzó a resoplar a evaporar sudor poniendo la imagen de su jinete entre neblina, me fijé en el caballero: era hermoso, su cabello era puro tizón como sus ojos , su sonrisa me cautivó desde el primer momento ver esa cara y su sonrisa dulce me relajó
El caballo tranquilo movía la cabeza de arriba abajo
El caballero me dijo." Te he esparado más de seiscientos años"
¿No sé por qué?, pero tome la mano que me ofrecía y monté tras suyo sobre el caballo, apoyé mi cabeza sobre su espalda cuando cabalgábamos juntos
Olía a sudor a aire limpio, a madera, a tomillo…
Llegamos hasta un farallón en las afueras de la Alhambra, cercano a la fuente del avellano, había esperándonos un gordinflón algo justo de entenderas y que Goya hubiera deseado como modelo para inmortalizar en alguno de sus cuadros
Nos recibió aplaudiendo de manera mecánica, luego dirigiéndose al caballero dijo: Ya , al fin estamos todos
Sus palabras me dejaron desconcertada
Intuitivamente el caballero, me contó su historia:
"Señora, hace más de seiscientos años, seduje a la esposa del sultán de Granada
aquello era castigado con pena de muerte yo era cristiano y ella musulmana
El sultán vengó su ira contra los dos. Su amada sultana por mediación de un brujo, fue convertida en Ciprés, el más hermoso ciprés de la alhambra que aún regala su sombra a los paseantes.
A mi me encargó, alma en pena, vagar por entre los dos mundos hasta que un "inocente" y una mujer de alma pura se prestaran para salvar mi alma cuando no, quizás mi cuerpo
El conjuro me insta a cabalgar sobre el lomo de mi caballo la dama espalda con espalda mientras el "inocente" recorre dos vueltas a la Alhambra una por la derecha y otra por su contraria
Si se ingnora si se falla mi alma irá al infierno, mientras usted me acompaña
Todo ésto me parecio un sueño; seguro que nada real me ocurría de lo que presenciaba. Asi que en un rapto de locura le dije: Cuente conmigo, me ofrezco, en cuerpo y alma
Antes que la aurora regara de oro los campos de Granada, procedimos a salvar el cuerpo y el alma del caballero
el " inocente" corría nosotros cabalgábamos espalda con espalda
Y se desperezó el alba y este cuento feliz no podría terminar de otra manera
El conjuro se rompió justo en el momento que la Alhambra se teñía de alba
¡ Repiquen las campanas ! que los pétalos bañen a los enamorados que por siempre estén juntas ya sus dos almas !
Y así, en la ciudad de Granada, la realidad supera una vez más a la leyenda de su Alhambra
Gracias amigos, ahora pasaré la gorra para recoger algunas monedas vuestras, también admito tarjetas de crédito