Soy Rodolfo Fontán, tengo una flor en el ojal de mi americana: un crisantemo blanco. Me pinto la boca con un trueno y al cerrar los ojos las pestañas se me enredan
Anoche supe que voy a morir de todo lo que me mata: Aguantaré la respiración y expulsaré el aire cuando no aguante más.
El " Bicho" todo lo invade, nos sitia se mete en los telediarios y seca nuestra alma
Hay noches, cuando se apagan las luces de la ciudad, me quedo tendido en la cama con los ojos abiertos
Y…vienen por centenares vecinos y amigos a pedirme que los cierre, que ningún habitante de la ciudad puede dormir
En las largas noches de vigilia, me siento acompañado en la lejanía de Braulia Hernández ( filóloga y poetisa), viuda de Pedro Espinel ( banderillero y trompetista), que mata su insomnio planchando la ropa. Braulia aún moja la ropa salpicándola, usando su mano como si fuera un guisopo mientras su mente se baña de las noches de sexo pasadas con su difunto Sr. Espinel antes de cada corrida
Me asomo por la ventana, la abro ventilo la casa y me invaden imágenes negras, humedades de calles, olores de silencio y miedo
Y me vuelvo a sacar del blanco papel, imágenes ayudado por mi rotring que estaban, de siempre ahí. Parca recorre las calles de las ciudades montada en un jaco negro
Oigo de nuevo la música triste del piano de Juji entre aquel silencio que todo lo invade, de la intensa soledad que todo lo llena
La culpa de mis errores, me envuelven como un sudario
Frenético descargo mi ansiedad sobre el papel culpable de todo lo malo dibujo en negro sobre blanco.
Es el momento entonces de ir a la mesita de noche, y echar mano de aquellas pastillas que siempre han estado ahí y es cuando disueltos en agua, suena Nefeli en el lector de CDs y risas en mi mente.
Sonrio y cierro los ojos Esta noche dormiré tranquilo. Al "bicho" por hoy no le intereso

No hay que dejarse vencer. El miedo al bicho es más dañino aún que su presencia. Un abrazo
ResponderEliminarNo hay que tenerle miedo, cuando has pasado años aprendes a reconocer que la muerte forma parte de la vida, la asumes y nos te inquietas. lo que no termino de comprender es la locura inducida desde los estamentos del poder que incapaces de resolver absolutamente nada se implican en señalar la luna para que su gente mire el dedo
EliminarSin miedo, el bicho está en nuestra imaginación la mayoría de las veces. Cuando llegue, en forma de parca, y llegará, que nos pille habiendo sabido vivir.
ResponderEliminarPor la música. Un abrazo
La vida es un regalo, debemos beber hasta la última gota de su vaso. El bicho no me preocupa, como no me preocupa la muerte. Gracias por leerme Un abrazo
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