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13.3.20

Mis Viernes : Pandemias siempre hubo



" RECUERDOS "
Tinta china



Ven Rodolfo me dijo mi abuelo, te contaré una historia: En el Medievo hubo también pandemias de peste negra.  Una pandemia como ahora tenemos con el coronavirus, entonces la gente se refugiaba en cuevas para hacer cuarentena y narraba historias para entretenerse, unas ciertas y otras no. Te contaré una que pocos sabemos para que algún día tú la cuentes a tus nietos:

Cíerto día de Primeros de Marzo, apareció por Isola Bella un mercader, que despertó a la aldea voceando su insólito producto: ¡CAMBIO ESPOSAS VIEJAS POR NUEVAS ! 
Con su vieja tartana recorría la desnuda calle principal de la aldea
Y ocurrió: los trueques fueron rápidos. El precio inexorablemente fijo.
Todos los compradores recibían certificado de calidad, y una garantía del producto. ¡ Ojo nadie podía escoger, te tocaba la que te tocara !.
Todas eran doradas jóvenes rubias todas bellísimas y todas de 24 quilates.
Rodolfo, muchos quedaron arruinados con la compra, hasta un recién casado cambio de esposa por que no era tan rubia como la suya.
Nuestro antepasado quedó tras las cortinas de la ventana. Al pasar frente a él una de las mujeres de mirada felina y cuerpo de pantera, le miró. Era hermosa, deslumbrante como un zafiro y en su mirada se veían brillar las estrellas.
Nuestro antepasado estuvo a punto de hacer el trato, presa de una desazón y frenesí.
Avergonzado se apartó de la ventana y miró a la silenciosa y sumisa Marta que estaba desconcertada
¡ CAMBIO ESPOSAS VIEJAS POR NUEVAS !, se oía ahí mismo, abajo, en la puerta.
Cenando, Marta le preguntó ¿Por qué no me cambiaste por la otra?
No hubo contestación
Desde entonces éramos los "raros" en la aldea. No salíamos de casa, mientras todo el mundo festejaba las nuevas nupcias, había bailes, comidas borracheras y risas
Se abandonaron las tierras, nadie quitaba las malas hierbas ni abonaba los campos. Toda la aldea era puro fornicio. Sodoma y Gomorra
Mis vecinos gastaban bromas contra mi cuando me veían. 
Marta se había vuelto silenciosa y cada día nos distanciábamos más el uno del otro. Marta se sentía responsable que no tuviera su esposo una joven rubia a su lado -¡Nunca te perdonaré que no me hayas cambiado ! 
Y me echaba la culpa de todo. Yo perdía la paciencia. Y recordando a la que parecía una pantera deseaba de todo corazón qué volviera a pasar el mercader.

Pero un día las rubias comenzaron a oxidarse
Deslumbrados a primera vista, los hombres no pusieron realmente atención en las mujeres. 
Ni les echaron una buena, mirada, ni se les ocurrió ensayar su metal. Lejos de ser nuevas, eran de segunda, de tercera, de sabe Dios cuántas manos… 
El mercader las había realizado algunas reparaciones indispensables, y les dio un baño de oro tan bajo y tan delgado, que no resistió la prueba de las primeras lluvias.
El primer hombre que notó algo extraño se hizo el desentendido, y el segundo también. Pero el tercero, que era el boticario, advirtió un día entre el aroma de su mujer, la característica emanación del sulfato de cobre. Procediendo con alarma a un examen minucioso, halló manchas oscuras en la superficie de la señora y puso el grito en el cielo.
Aquellos lunares salieron primero en la cara de todas, como si entre las mujeres rubias brotara una epidemia de herrumbre. Los maridos se ocultaron unos a otros los defectos de sus esposas. Poco a poco salió a relucir la verdad, y todos supieron que habían recibido una mujer falsificada

Marta y yo ahora somos envidiados y respetados 
A Marta le costaba trabajo disimular su júbilo, y dio en salir a la calle con sus mejores galas, siendo pura naturalidad entre tanta desolación. 

Hoy salió del pueblo la expedición de los maridos engañados, llevan sus falsificadas esposas van a la busca del mercader
Marta no es tan morena como parece. A la luz de la luna llena, su rostro dormido se va llenando de reflejos. Como si del sueño le salieran leves, dorados pensamientos de orgullo.
Y es que, no es oro todo lo que reluce 

PD.: Encerrados en la cueva a la espera remita la pandemia, pendiente del termómetro por si...e hidratándome ( sano) lo más posible, puede que amplíe a más días las entradas de blog
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4 comentarios:

  1. EN busca de la belleza exterior,se encontraron con una verdad que no esperaban.
    Cuántas veces se cometen equivocaciones por avaricia,por poder,por el mero deseo de lucir lo que no es además suyo.
    Qué bien que tu ancestro no lo hizo!!Así salió el nieto de bueno(sonrisa)
    EL tema del virus,es una locura.PArece que estamos en una tercera guerra mundial y asustados.Ojalá se pase antes de lo que auguran
    En todos mis años y ya son muchos,nunca viví un episodio igual
    Besucos amiguco y bebe agua con limón.Aunque si nos pilla...Pero confiemos!!
    LA tinta es muy original,además de buena


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  2. la belleza tiene sus cánones y éstos son temporales. al menos la externa. La auténtica la interna, la que mi abuelo buscaba para su vitrina es intemporal. Hasta ahí he heredado de mi abuelo ese interés.
    La pandemia personalmente doy la importancia que tiene y espero no caer en pánico. No puedo hacer nada para curar a enfermos, sólo ayudar siguiendo las norma que nos dan. Deseo como todos que pase rápido y la vida laboral se recupere

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  3. Buena historia.

    Abrazote.

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  4. historia es lo que nos esta ocurriendo ahora. Ánimo

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