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29.5.24

Encuentro juevero: " El diablo mete la cola "

 Cecy desde su blog " Deshojando relatos " sugiere escribamos sobre el dicho: "El diablo mete la cola", expresión de cómo su intervención nos cambia para bien o mal la vida






Virginia veía como pasaban los años, y cómo ningún hombre se acercaba para conocerla íntimamente. Soltera y entera se decía
Se sentía humillada y muy enfadada con el mundo Un día de Setiembre llegó a sus manos un libro de magia negra, le abrió sin orden, el capítulo trataba sobre invocaciones al diablo.

"Traza un círculo en el suelo enciende doce velas y disponlas sobre el círculo
Luego Invócame,  pide el deseo y se te cumplirá "


Virginia ese día estaba bajo influjos lascivos, siguió punto por punto las instrucciones del libro y pidió que la complaciera ocho veces esa noche...



Se metió en el círculo, desnuda y con toda la fuerza de su mente pidió su deseo.
Hubo un resplandor y contempló la aparición. Virginia lo miró horrorizada y corrió a la puerta.  ¡ Maldita costumbre la suya de encerrarse con llave todas las noches !

Buscó la llave en el bolso, en la mesita. La llave no aparecía. Se dirigió al salón creyó que pudiera estar encima de la mesa cercana donde había hecho el conjuro 
En ese momento se enroscó en su cuello el primer tentáculo. Luchó por retirarlo pero el segundo atrapó su mano en el aire. Intentó gritar, buscó palpando algo con qué defenderse de esa masa que la atraía, que la tomaba por la cintura, por los muslos 
Virginia pudo ver por primera vez, muy de cerca sus ojos enormes. 
Cada vez oponía menos, cada vez estaba más agotada se sentía volteada, acomodada
Por su mente pasó que pudiera ser devorada por el gigantesco pulpo Se desmayó. 

Al abrir los ojos se hallaba cuidadosamente tendida en su cama. 
Uno de los tentáculos, ligero, suave le acariciaba las piernas, las mejillas. 
Otro jugaba con su pelo.

Virginia comprendió entonces se relajó y sonrió.




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22.5.24

Encuentro juevero.: Fenómenos atmosféricos

 Mag desde su blog " La Transtieda del pecado " una vez más pilota la propuesta para este jueves: Fenómenos atmosféricos, enumerando varios de ellos. Elegí LA  LLUVIA y cómo nos afecta






Ocurre que en Dublín las personas con que te cruzas no se conocen entre si. 
Si te giras al sobrepasarles verás cómo sus sombras se entrelazan, se abrazan, y se paran para  hablar. Parlochean de los encuentros que podrían ocurrir entre ellas,
Pero nadie saluda a nadie, sólo las miradas se cruzan un segundo luego siguen su caminar, buscan otras miradas.
Me siento en Dame Tavern a ver pasar la vida

Pasa una joven  púber, que saca pecho.  Sus caderas van recitando a Shakespeare: Ser o no ser...
Pasa una mujer bajita, pelirroja guapísima, dos hermanas mellizas con coletas y llamativo rouge en los labios
Pasa una mujer enlutada, ojos inquietos bajo el velo y los labios trémulos. Su mente está en esas perdidas tardes de acaloradas siesta.
Pasa un gigante de esos de circo con todo su cuerpazo tatuado como el de un ganster japonés,
Un joven canoso fumando en pipa llevando un gato siamés con cascabel 
 Se intercambian  las miradas hasta que otros personajes entran en escena: Un ciego con una hiena por lazarillo sujeto con una cadena,
Una prostituta vestida de lentejuelas y mantón de manila 
Un efebo de curvilíneo perfil, una mujer tanque de andares  contundentes. 
Huele a tierra mojada. La lluvia entra en escena justo antes del trueno, después del relámpago

Así todo el zoológico urbano busca una marquesina,
un soportal para guarnecerse de la lluvia o se apiñan debajo de la marquesina del Cine Europa frente a Dame Tavern.
Es la hora: las invisibles campanas tocan arrebato
Se consumen abrazos, seducciones, orgías sin mediar palabra,
sin antes haberse rozado un pelo, casi sin alzar los ojos.
Una explosión de lujuria mueve la Ciudad de la lluvia
Mujeres y hombres  empezaran a vivir sus efímeros sueños,
Cada fantasma se representará  entre sus brazos,
en una persona con quien comenzar una historia efímera, tan larga como dure la tormenta
Luego cuando toda la ciudad de la lluvia quede iluminada por un cielo limpio, casi cegado, es el momento de recomponer sus ropas, de limpiar sus fluidos y de, sin mediar palabra, regalar una sonrisa que humanice el instante compartido con la pareja que el azar te trajo … por unos instantes.

Luego cierro el periódico, me bebo mi pinta, pago
y prosigo por Dublín al encuentro de tu sombra 

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